TERMOS ELÉCTRICOS

Un termo eléctrico es un aparato que calienta agua mediante una resistencia eléctrica y la almacena en un depósito para su uso posterior. Aquí te detallo los aspectos clave:

¿Qué es un termo eléctrico?

• Funcionamiento:
  • El termo eléctrico consta de un depósito aislado térmicamente y una resistencia eléctrica.
  • Cuando se activa, la resistencia calienta el agua contenida en el depósito.
  • El aislamiento del depósito minimiza la pérdida de calor, manteniendo el agua caliente durante más tiempo.
• Ventajas:
  • Instalación relativamente sencilla.
  • No requiere conexión de gas.
  • Seguro y fiable.
  • Variedad de tamaños y modelos.
• Desventajas:
  • Mayor consumo eléctrico en comparación con otros sistemas.
  • Capacidad limitada de agua caliente continua.

¿Quién debe hacer la instalación de un equipo?

• Aunque la instalación de un termo eléctrico puede parecer sencilla, se recomienda que la realice un profesional cualificado.
• Esto garantiza:
  • Conexiones eléctricas y de fontanería seguras y correctas.
  • Cumplimiento de las normativas vigentes.
  • Funcionamiento óptimo del equipo.
  • Evitar la perdida de garantía del producto por mala instalación.

¿Cómo calculo la potencia que necesito?

• La potencia necesaria depende de varios factores:
  • Número de personas en el hogar.
  • Hábitos de consumo de agua caliente.
  • Capacidad del depósito.
  • Es importante saber que la potencia del termo eléctrico influye en el tiempo que tarda en calentar el agua.
• Como orientación general:
  • Para una persona, un termo de 50 litros puede ser suficiente.
  • Para una familia de 4 personas, se recomienda un termo de 100-150 litros.
• Para calcular la potencia con mayor exactitud existen formulas, pero lo mas recomendable es que un profesional del sector le asesore.

¿Qué mantenimiento necesita?

• El mantenimiento del termo eléctrico es fundamental para prolongar su vida útil y asegurar su eficiencia:
  • Revisión anual: Se recomienda una revisión anual por un técnico para detectar posibles fugas, corrosión o problemas eléctricos.
  • Limpieza del depósito: La acumulación de cal y sedimentos reduce la eficiencia del termo. Se recomienda limpiar el depósito cada 1 o 2 años.
  • Reemplazo del ánodo de magnesio: El ánodo protege el depósito de la corrosión y debe reemplazarse periódicamente.
  • Revisión de la resistencia: La resistencia puede desgastarse y necesitar ser reemplazada.